Misión, esperanza y alegría

Siempre listo para acompañar a mi padre en sus viajes, conociendo nuevos lugares, espacios de la naturaleza en su mejor expresión y esplendor, deteniéndonos en diferentes pueblos para alimentarnos, viendo el desarrollo comercial de los pobladores, y conociendo culturas, dialectos, familias y nuevos amigos en el camino.

Siempre atento de no perder de vista los detalles muy particulares de cada personaje en los viajes. Durante las pocas horas de estadía en cada lugar, no perdía la oportunidad de hacer amigos, intercambiar sonrisas, diferencias y sobre todo observar su energía y particularidad.

Hoy tengo 34 años, y aún la sonrisa de los niños es mi mejor momento, como voluntario son 14 años, y dos de ellos como Gestor de Campo del Programa Creciendo Juntos en Huánuco.

Una oportunidad para conocer el entorno de los niños y sus familias, que migraron desde sus pueblos de origen para un mejor desarrollo social, económico y educacional.

Siempre con la misión de llevar alegría y esperanza para cada familia que nos espera para compartir.

¿Por qué esperanza? Nuestro trabajo es llevar ciencia, verdad y razón a través de la educación en temas de salud pública, que ellos puedan utilizar para mejorar su condición de vida.

Alegría, porque su entusiasmo hace que la sonrisa no se pierda y sea inspiración ahí con ellos, dentro del marco de la paciencia, respeto y prudencia de ver que cada día mejoramos como comunidad.

Nuestros niños están muy atentos porque quieren aprender más, saber más, despejar inquietudes, y confiar en nosotros sus dudas, temores y miedos; haciéndonos parte de su familia, tejiendo un lazo fuerte basado en la verdad y cooperación entre la Asociación y la comunidad.

Me llena y me motiva saber sus ganas de crecer; madres, padres y apoderados interesados en que sus hijos sean hombres de bien, que construyan un futuro sin perder su cultura, y su identida.

La educación no debe estar desligada de la familia, es un aprendizaje en conjunto, familia y maestro, familia y comunidad, paciencia y prudencia, y educación y compañía. 

Para mí, estar en este Programa me enseña mucho de los demás y sobre mí. La creatividad es un instrumento para acercarnos a los demás, que la educación no solo es aquello que se dictan en las aulas, la educación se dicta en todos los espacios donde uno tiene esperanza de mejorar sus condiciones de vida para todos.

Una sonrisa va a ser siempre el comienzo al cambio de un lugar mejor.

Jaime Quintana
Programa Creciendo Juntos – Huánuco